Lo primero que siente uno al terminar de ver "HER" del director Spike Jonze es miedo; un temor atroz a que en un futuro las relaciones puedan evolucionar a esto. Nos quejamos continuamente de que con la llegada de facebook, whatsapp o twitter, se ha perdido el contacto de tú a tú, las charlas frente a frente con un café de por medio o, si estás interesado en una persona, el ir descubriendo poco a poco mediante "citas" (suena anticuado y todo) cómo es esa persona, cuáles son sus gustos o qué le gusta hacer en su tiempo libre. Ahora tenemos facebook, y con añadir como amigo a Pepito o a Pepita, podemos ver qué hizo el fin de semana pasado con sus amigos, repasar las fotos de su último viaje a la Patagonia, o conocer sus gustos musicales consultando sus listas de spotify. Con whatsapp también lo tenemos fácil, no hace falta decir lo que sentimos mirando a la otra persona a la cara, basta con mandarle un cursi emoticono para que sepa cuantísimo la queremos o que vea nuestra última conexión posterior a su mensaje y que no le hayamos contestado... entonces "ya está el lio armao" (como dirían en mi tierra). Si todo esto ha pasado en unos pocos años, ¿cómo podrá cambiar la tecnología la forma en la que nos relacionamos sentimentalmente en 10 o 20 años? "Her" nos da una visión específica y, asusta, mucho.