Lo primero que siente uno al terminar de ver "HER" del director Spike Jonze es miedo; un temor atroz a que en un futuro las relaciones puedan evolucionar a esto. Nos quejamos continuamente de que con la llegada de facebook, whatsapp o twitter, se ha perdido el contacto de tú a tú, las charlas frente a frente con un café de por medio o, si estás interesado en una persona, el ir descubriendo poco a poco mediante "citas" (suena anticuado y todo) cómo es esa persona, cuáles son sus gustos o qué le gusta hacer en su tiempo libre. Ahora tenemos facebook, y con añadir como amigo a Pepito o a Pepita, podemos ver qué hizo el fin de semana pasado con sus amigos, repasar las fotos de su último viaje a la Patagonia, o conocer sus gustos musicales consultando sus listas de spotify. Con whatsapp también lo tenemos fácil, no hace falta decir lo que sentimos mirando a la otra persona a la cara, basta con mandarle un cursi emoticono para que sepa cuantísimo la queremos o que vea nuestra última conexión posterior a su mensaje y que no le hayamos contestado... entonces "ya está el lio armao" (como dirían en mi tierra). Si todo esto ha pasado en unos pocos años, ¿cómo podrá cambiar la tecnología la forma en la que nos relacionamos sentimentalmente en 10 o 20 años? "Her" nos da una visión específica y, asusta, mucho.
Theodore es un escritor de "cartas a mano", es decir, quién escribe las cartas de amor, amistad o cariño de las personas incapaces de hacerlo personalmente. Hace más de un año que su esposa le dejó, y se ve incapaz totalmente de iniciar una relación con alguien. Entonces cae en sus manos, se mete en su cabeza o se decide a cargar -como queráis decirlo- a Samantha, un sistema operativo con voz sensual con la que va estableciendo una relación muy especial. Con esta intro supongo que no hará falta explicar más detalles de por qué asusta la posibilidad que maneja Jonze en su film. Pero lo más te remueve de la historia, del transcurrir de los acontecimientos, es lo fácil y natural que se vuelve la relación entre máquina y persona, con sus altibajos, sus dudas, sus momentos de felicidad extrema,... al igual que ocurre con cualquier relación entre personas. Es ahí donde el término "real", pierde su significado y se difumina en nuestra cabeza... ¿qué es real? ¿por qué la relacion entre Samantha y Theodore no es real? ¿acaso sus sentimientos no son reales? ¿es capaz un SO de amar, de tener celos o de odiar? Y es en ese momento, señores, cuando "Her" ha conseguido su objetivo, sembrar la duda en nuestra cabeza y plantearnos una posibilidad que jamás se nos hubiera pasado por la cabeza.
Si habéis seguido la carrera de Joaquin Phoneix, os habrá sorprendido la ternura que aporta a su personaje, un hombre que arrastra una gran culpa sobre sus espaldas, que emplea la máxima dulzura en su trabajo, que es capaz de sobrecogerse con un hermoso paisaje,... Hacía tiempo que no me encariñaba tanto con un protagonista pero, si habéis visto el film, sabéis que es imposible resistirse. Samantha o, más bien, la voz de Scarlett Johansson, es, sin duda alguna, la voz más sexy y atractiva que he podido escuchar en el cine, os aconsejo ver la película en versión original, es más, os prohíbo verla doblada, perdería todo su encanto, estoy segura. Aporta a Samantha ese toque "humano" que nos ayuda a olvidar su condición de SO, con su risa natural e imperfecta, su llamativa picardía,... Me gustan especialmente los inicios de conversación entre ellos, Theodore se pone su auricular, le pregunta a Samantha cómo está, ella contesta, y en ese preciso momento sabemos si hay algún problema entre ellos, si ansiaban escucharse el uno al otro, si existe un momento incómodo o si hay que solucionar algún tema pendiente... Entre personas nos valemos de los gestos de la otra persona, su mirada, su forma de reaccionar ante nuestras preguntas... En este caso no hace falta, la voz de Sam es capaz de darnos toda esa información y mucho más, alucinante.
Si he de concluir la crítica/organización de ideas/desahogo, sólo me cabe recomendaros que no dejéis de ver "Her", sobretodo si sois de la clase de personas que disfrutáis de esas películas que consiguen removerte por dentro, dejándote dubitativo sobre aquello que creíais imposible... Aunque la hayan pintado de comedia, que no os engañen, esto es un drama de ciencia ficción en toda regla. Os atrapará en sus redes a los pocos minutos y os mantendrá enganchados hasta el final, ¿que más se puede pedir de una película? Y si me preguntáis si es justa su nominación al Óscar, estoy totalmente de acuerdo aunque, claro está, no se llevará el premio gordo...
Pilar M. Cuenca
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