martes, 13 de noviembre de 2012

BLUE VALENTINE (2010)




Lo hemos visto en multitud de películas: chico conoce a chica, se enamoran, deciden casarse y,  ¿fueron felices y comieron perdices? ¿Qué pasa después? ¿Por qué las películas nunca nos muestran lo que hay detrás del momento extremo de felicidad que es enamorarse y ser correspondido? Seguramente porque pasaría de encajarse en el género de comedia romántica a un drama de las características de "BLUE VALENTINE", dónde nos resuelven la duda de ese, "¿qué hay detrás del THE END?".



La película de Derek Cianfrance ("Brother Tied", 1998), nos relata de principio a fin la relación de una pareja con una sutileza y sinceridad extraordinarias. Gracias a la química que transmiten sus dos actores protagonistas, Ryan Gosling ("Drive", 2011) y Michelle Williams ("Brokeback Mountain", 2005), y los abundantes primeros planos del film, el espectador se siente, en muchas ocasiones, un intruso en la intimidad de esta pareja a punto de caer. A través de flashbacks, la película nos traslada del presente, en el que los dos protagonistas actúan como dos extraños que simplemente comparten casa e hija; al pasado, dónde seguimos los emocionantes primeros pasos de la pareja. 


¿Quién no ha hecho el tonto por amor? La ridícula escena del baile de Cindy (Williams) al son de un "You and me" interpretado por Dean (Gosling) a lo "goofy" (estúpido) -como dice él-, es ejemplo de ello. Pero luego, viajamos al presente y nos encontramos tan incómodos compartiendo la "habitación del futuro" con unos Dean y Cindy envejecidos, por dentro y por fuera, dónde dejan tan patente la frialdad que impera ahora en su relación, que duele. ¿Qué fue de esa necesidad de contacto entre ellos? ¿Qué de esas miradas apasionadas y juguetonas que compartían en la boda? Te crea una enorme tristeza comprender, que aunque seguramente están hechos el uno para el otro, la monotonía, los problemas de dinero, las adicciones y los continuos reproches entre ambos, han provocado inevitablemente que la pasión fuera menguando hasta esa situación extrema en la que hacer el amor se convierte en una obligación para Cindy y un último recurso para Dean. 


Como he dicho al principio, el film es brutalmente honesto, Cianfrance no se guarda nada a la hora de reflejar los problemas de la pareja, algo que pocas veces se ha podido ver de esa manera tan sincera en pantalla. Sin embargo, peca de falta de neutralidad al posicionar claramente al espectador a favor del marido, que parece ser el único que no se da por vencido a lo largo de toda la película. Eso crea o una especie de desesperación hacia el personaje de Williams, por haber tirado la toalla ante los patéticos intentos de Dean por recuperar a su mujer, o una sensación de que algo no nos han contado y que es la causa de esa apatía por parte de Cindy. Siempre he sido de la convicción de que cuando algo va mal en una pareja, no hay ni muy buenos ni muy malos, y que ambos son culpables de la situación en la que se encuentran. Por ello, me decanto por la segunda opción, y creo que el director se queda un poco corto a la hora de mostrarnos las razones que llevan a Cindy a la absoluta desidia.


Con respecto a los actores, tanto el chico de moda, Ryan Gosling, como mi siempre adorada Jen de "Dawson Crece", Michelle Williams, clavan sus papeles. Al personaje de Gosling resulta fácil cogerle cariño ,cuando le ves seguir sus instintos y no cejar en su empeño de conseguir a la chica que el azar le ha puesto delante pero, al mismo tiempo, te provoca tal vergüenza su patética escena en el hospital cuando va a recoger a Cindy... Y de Cindy (Williams), qué decir, pasa de ser una chica perdida, a una joven enamorada y, finalmente, una esposa frustrada... Repito, la escena en la que Dean la fuerza en el hotel es de las que te ponen la piel de gallina, está tan duramente reflejada que es inevitable que te conmueva e incomode.



En conclusión, drama indie que aseguro merece la pena ver, y ya sabéis que no soy muy proclive de este género, pero cuando una película te llega, te llega, y esta es de las que te dejan huella. Eso sí, no esperéis terminar de ver el film con una opinión muy positiva acerca de las relaciones de pareja y su fortaleza... ¿Es el amor capaz de durar para siempre? 

Por mi parte saco una conclusión del film: las relaciones marcan la vida de las personas, haciendo que nunca vuelvan a ser las mismas.








By Pilar

2 comentarios:

  1. Hey me gusta tu blog!!
    A ver si aprendo de una vez algo de cine, ya se lo que ver la prozxima vez que tenga la duda...esta parece interesante.
    Besos y animo!!

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